miércoles, 2 de septiembre de 2009

ESTAR BIEN CONTIGO




A nivel nacional se ha estado haciendo una buena promoción deportiva y nutricional a la población, alertándola de las enfermedades que actualmente padece nuestro país, como lo son: la diabetes mellitus, hipo e hipertensión, obesidad, colesterol, entre otras provocadas por el sedentarismo y la falta de prevención.
La idea es muy positiva independientemente de su seguimiento, pues los hábitos adquiridos por un determinado número de personas, aunque sean pocas, ya es un logro.
Nuestro país necesita ciudadanos con más conciencia de la prevención. Pues, por desgracia, la prevención es aquella que hubiéramos querido tener y que conocemos después de tener una alerta roja con respecto a nuestra salud.
Este artículo podría parecer un “cliché”, sin embargo, en el mundo de los que nos dedicamos al acondicionamiento físico y fuera del gimnasio, es común escuchar quejas diversas de dolencias, enfermedades, padecimientos y síntomas, que bien podrían ser controladas, detenidas, o formar parte de la recuperación de las mismas con tan sólo 25 minutos de ejercicio al día.
¿Qué te detiene?
Tiempo. Hay casos muy especiales, en los cuales sí es muy complicado buscar el momento del día para ejercitarse, sin embargo en el 95% de los casos sí es posible, pues no es el tiempo, sino la organización del mismo. Hace meses, en una revista deportiva, leí que si nos fuera detectada una enfermedad el día de hoy, la cual tuviera como principal indicación médica asistir diariamente una hora al gimnasio, encontraríamos el tiempo de inmediato, pues sería cuestión de vida o muerte. ¿Para que esperar a que esto suceda?
Lugar. En la actualidad hay muchos lugares, información que abunda, gimnasios que abren temprano, que cierran tarde, que ofrecen un buen nivel técnico y también buenas instalaciones. Existen en la ciudad asesoría de expertos para comenzar con el pie derecho.
Atención. Muy importante. Muchas veces, todo es más importante que nosotros mismos. Primero la oficina, el trabajo, la casa, los hijos, el carro, etc. y al final, uno mismo. Nuestra atención a nosotros mismos es primordial. Funcionando bien tú, funcionará mejor todo lo que te rodea. Tu casa es tu cuerpo, cuando estás bien, todo fluye bien.
No es en vano que el eslogan diga: “Estar bien contigo”. Nosotros los instructores tenemos la obligación de fomentar el deporte, es nuestra responsabilidad aconsejar y recordarle a los demás la importancia a nivel salud (y me refiero a nivel del sector salud), que la disciplina deportiva implica. Sólo dirigí la mirada a la salud física, sin embargo con el ejercicio, curamos otros males sociales que también están matando al país. La cultura empieza con nosotros y a su vez la heredamos a nuestros hijos desde hoy, para que mañana tengamos un mejor país.

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