martes, 1 de diciembre de 2009

¿HERNIA DE DISCO? DESPÍDETE DEL DOLOR.

Si bien la mayoría de los dolores de espalda y cuello son provocados por malas posturas también existe otro motivo que los genera y afecta otras partes del cuerpo como son las extremidades: las hernias de disco que son causantes más o menos del 80% de los dolores en la región lumbar.
Una hernia de disco se produce cuando uno o varios de los discos de cartílago, se salen de su lugar y hacen presión sobre los nervios circunvecinos, ocasionando dolor intenso. Una hernia significa que las capas externas de esta almohadilla se rompieron de forma parcial o total, permitiendo el desplazamiento hacia fuera de algún fragmento interior del disco, que comprime los nervios que hay dentro de la columna.
Este problema suele iniciarse entre los 20 y 30 años, cuando el anillo fibroso sufre un proceso de degeneración que ocasiona que los discos se aplanen y pierdan elasticidad, lo que en ocasiones produce una fisura, que aumenta más entre los 30 a 50 años dando origen a las hernias. El mismo proceso degenerativo se produce en el núcleo pulposo lo que ocasiona su desintegración y escape de su lugar habitual.
El método Pilates trabaja siempre alargando el cuerpo en su totalidad, esto se traduce, a nivel de la columna en descompresión vertebral. Esto favorece la disminución del dolor en la zona afectada. Además hay que tener en cuenta que el movimiento siempre parte de la región abdominal (faja fisiológica que estabiliza, protege la espalda y neutraliza el exceso de esfuerzo en la región) lo que evita fuerzas que puedan dañar la zona.
Asimismo, durante las primeras sesiones con el método Pilates se trabaja manteniendo fija la zona de la hernia. Durante las primeras clases, la persona aprende a controlar el movimiento de su cuerpo desde el abdomen. Posteriormente, una vez que has conseguido esto, se van incorporando ejercicios que movilizan de forma controlada la zona de la hernia.

§         Por la degeneración y el envejecimiento articular prematuro.
§         Por accidentes que generaran micro o macro traumatismos.
§         Debido a esfuerzos grandes o repetitivos en el tiempo, sobre la columna vertebral.
§         Por sobrepeso al incrementar la curvatura lumbar y la presión sobre los discos vertebrales.
§         Por atrofia o pérdida de tonicidad de los músculos que mantienen la posición vertebral.

Todas las circunstancias que te pueden llevar a padecer este problema, si observas, son preventivas. La cultura de la prevención, el no “dejarse” envejecer, engordar, oxidar y abusar, son factores que te pueden ayudar si no lo padeces; si ya lo padeces, el dolor lo puedes aminorar con el ejercicio bien guiado, con Pilates también bien guiado y llevado de la mano con tu médico para que te sientas seguro.
Otras opciones de acondicionamiento físico son la natación, entrenamiento de resistencia bien dirigido, entrenamiento sin impacto y aquellos que reten tu neutro o tus músculos estabilizadores.

Dra. Xóchitl Rodríguez Fragoso
Q.studio, wellness & fitness Experts
Tel. 7 16 03 37
Correo-e: xochitlrf@yahoo.com